Informes de Actividades de Arne 2000-2003

El denominado City Manager de la Delegación Miguel Hidalgo ha causado mucha polémica con sus periscopes; lo mismo ha ganado seguidores que detractores quienes incluso han pedido a la CDHDF emitir recomendaciones pues se le ha acusado de discriminación, entre otros.

Arne fue delegado en la Miguel Hidalgo hace ya algunos años. Mucho se ha debatido y cuestionado sobre su gestión al frente durante el periodo 2000-2003 pero ¿realmente sabemos qué hizo?

Para despejar dudas y que los ciudadanos tengamos con qué exigir o aplaudir, aquí les presentamos los 3 Informes de Actividades de Arne.

1er Informe  |  2do Informe  |  3er Informe

Y entonces sí, hablemos con fundamentos.

La información es poder, seamos poderosos.

De la queja a la acción: Ley 3 de 3

Por @marubrito

Sobra decir que la corrupción es uno de los peores males que aqueja a nuestro país. La corrupción se vive a todos los niveles, y sin duda erradicarla es una tarea complicada, pero no por ello imposible.

También es un poco idealista esperar que la corrupción se acabe con iniciativas desde el gobierno, porque, aceptémoslo, es el mayor foco de “infección”. No con esto quiero excusar a los ciudadanos de a pie de no ser parte de ella. A veces, pareciera que olvidamos que se da en la acción más pequeña, eso que hacemos “porque todo mundo lo hace”, sin darnos cuentas que únicamente alimentamos el círculo y no buscamos salir de él.

Continuar leyendo “De la queja a la acción: Ley 3 de 3”

Secretaría de Cultura, ¿para qué?

Zoé Robledo

Presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Senado de la República.

La nueva Secretaría de Cultura puede tener dos destinos: Un nuevo arreglo burocrático o el reconocimiento de la cultura como un elemento para tener un país más democrático. La relación entre cultura y democracia puede ser virtuosa si se reconocen las aportaciones y el potencial de la primera en el relanzamiento de nuestra imagen internacional; el combate a la desigualdad y la construcción de un camino hacia la libertad. Van tres ideas.

· · ·

I. La diplomacia pública es el futuro de las relaciones internacionales. Conforme la política exterior se abre, las relaciones e influencia de un país se miden por su gente, su cultura y su comercio. México ha desestimado esta oportunidad. Si bien no tenemos recursos militares para ejercer liderazgo sí tenemos recursos culturales para ser potencia. De Federico Gamboa a Octavio Paz, de Alfonso Reyes a José Gorostiza y Carlos Fuentes, durante muchos años entendimos que la mejor política exterior es la política cultural. Y luego se nos olvidó.
Hoy siguen existiendo embajadores que levantan la dañada imagen de nuestro país en el exterior. No son diplomáticos. Son las películas de González Iñárritu y Cuarón. Son Frida Kahlo y Rufino Tamayo rompiendo récords en las casas de subasta. Es la voz de Rolando Villazón, la música de Alondra de la Parra, la arquitectura de Enrique Norten y la danza de Elisa Carrillo. Son Elena Poniatowska y Fernando del Paso obteniendo el Premio Cervantes de Literatura. Es Jaime Sabines recitando poesía en Madrid y que la gente le pidiera sus poemas como a los mariachis se les piden canciones. Son, incluso, Los Tigres del Norte llenando estadios en Estados Unidos y Molotov llenando auditorios en Rusia. ¿Qué tienen todos en común? Que rompieron fronteras y que lo hicieron solos; a veces sin el apoyo del gobierno, a veces a pesar de él.

· · ·

II. La Secretaría también tendrá la obligación de democratizar el acceso a la cultura. Esto tiene dos momentos. Uno es el obvio y constitucional: Asegurar un acceso igualitario sin importar la condición económica, social o geográfica. El otro es más complejo: Des-elitizar la cultura. Retorcerle el cuello a la divina garza; acabar con la idea de que la cultura se limita a las expresiones y audiencias “cultas”. Esto implica reconocer el arte urbano y la música callejera que recuperan el espacio público que alguna vez el Estado perdió frente a la delincuencia. Que las orquestas sinfónicas, la ópera y el ballet salgan a la calle y que el son, el ska y el performance vayan a Bellas Artes. Que Velasco y Clausell inunden los bajopuentes y que Seher One y Saner llenen los museos. Que la política cultural mexicana se abra, se llene de un nuevo ímpetu y llegue a nuevas audiencias. Del Dr. Atl al Dr. Lakra, de Silvestre Revueltas a DJ Silverio.

· · ·

III. Miguel de Unamuno declaró que la cultura era el único camino hacia la libertad, y la libertad el fin último de la democracia. ¿Es realmente libre un elector acarreado? ¿Es realmente libre un analfabeta? ¿Lo es un joven sin internet? ¿Lo es una familia que tiene que abandonar su lugar de origen a causa de la violencia? Monsiváis lo puso así: “La apuesta por la transformación política encuentra su mayor aliado en el campo de lo cultural. Si no se da la batalla cultural se puede perder la batalla política”. La nueva Secretaría de Cultura tiene el gran desafío de fortalecer una verdadera democracia a través del arte. Nada mejor para contrarrestar una crisis de credibilidad, que un brote de creatividad. El Monsi tiene razón: Si en México fracasa la cultura, fracasa la política.
Fuente: Reforma

México bilingüe y culto….

Por @alexvillac

En el mensaje con motivo del Tercer Informe de Gobierno, y haciendo uso de un nuevo decálogo, Enrique Peña Nieto anunció la creación de la Secretaría de Cultura.

 
“La cultura es prioridad nacional para impulsar el bienestar y el desarrollo integral de los mexicanos” – dijo Peña. Y miren que el que lo dice tiene razón: la cultura impulsa el bienestar y el desarrollo integral, no sólo de los mexicanos, sino de cualquier civilización.
 
Fueron los romanos quienes inventaron el primer concepto de cultura como lo conocemos. Para los romanos, la palabra cultura era adquirir de manera personal el nivel de libertad, el espíritu crítico y la capacidad para vivir que es posible heredar de los grandes libros, el gran arte y los grandes ejemplos humanos.
 
Hacía referencia al cultivo del campo, a sacarle provecho, a hacerlo crecer. La cosecha del hombre, su crecimiento, desarrollo y utilidad en la sociedad. Es una metáfora del cuidado y aplicación para que algo se perfeccione, como el aprendizaje o la enseñanza. Los romanos fueron los primeros en tomarse la cultura en serio.
 
Aquí en México tenemos cultura hasta para vender.  Contamos con 22,000 bibliotecas; 1,200 museos; más de 1,000 teatros, alrededor de 200,000 vestigios arqueológicos; 135,000 monumentos históricos. Es un patrimonio que muchas sociedad quisieran. En verdad.
 
¿Y por qué la cultura?, porque la cultura nos humaniza (y vaya que en esta época nos falta el humanismo), nos hace crecer, nos eleva, nos evoluciona, nos hace conscientes y partícipes de un pasado vivo. La cultura sensibiliza. Es un antídoto para la violencia, dice el artista Vicente Rojo. Somos un país lleno de cultura popular pero sin pueblo que la conozca, y de ahí, que la admire, y de ahí, que la cuide, procure y proteja.
 
Hace unos meses veíamos la destrucción de una capilla del siglo XVI de la que nadie fue culpable, así como de pinturas rupestres en cuevas de Tlaxcala atacadas por grafiteros… ningún arrestado hasta el momento. ¿Habrá alguno en algún momento?
 
La solución al problema no es administrativo, sino de conciencia (parte de la cultura). Es una cuestión ideológica y estructural. Una Secretaría de Cultura no podrá resolver el problema de una ignorancia supina que tanto defendemos.
 
En 1988,  Carlos Salinas de Gortari creó, con anuncios rimbombantes, Conaculta. Sería el órgano que iba a curar los grandes problemas de este tema en el país.
 
Estamos apelando al mesianismo, ahora institucional. Nos venden la idea de que un órgano administrativo nos va a resolver el problema y falta que la compremos.
 
Si la cultura fuese medible, se mediría por la animación que despierta una obra en la conversación. La cultura no depende de la cantidad de libros leídos, sino del nivel de la conversación que comparte la felicidad de leer, escuchar, contemplar.
 
El Presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa dice que no se necesitarán más recursos, sino que será cuestión de ordenar los que ya se tienen, ¿y hasta ahora sale a decir eso?
 

Elevar a rango de Secretaría traería más beneficios. Sólo falta ver qué dirán los sindicatos del INBA y el INAH.

Falta ver el costo burocrático de esa nueva Secretaría (aunque nos sale más barato liquidar que mantener a tanto burócrata aviador), y falta ver el pago político también.

¿Y del Programa Nacional de Inglés?

 
México y Estados Unidos comparten una frontera de 3,185 km. Pasa por cuatro estados estadounidenses y seis mexicanos, tiene más de 20 puntos de travesía. Alrededor del 80% de nuestras exportaciones se van para ese mercado. Somos consumidores de programas de televisión, música, autores, eventos, artículos, programas de cómputo y estilo de vida de ese país…
 
Y no somos un país bilingüe. 194 años de independencia pero 194 años sin visión socio-comercial.
 
En México, alrededor de tres cuartas partes de alumnos de secundaria tienen el nivel “cero”, es decir, desconocimiento total del idioma inglés; sólo 3% de los jóvenes que egresan de secundaria tiene el nivel requerido para alguien de 15 años. Los jóvenes en Alemania son bilingües. Y hace 70 años, Alemania estaba destruida.
 
Será interesante ver este programa en acción, y sus resultados.
 
Por cierto, ¿ya vieron que Aurelio Nuño es guapo?