Científicos dicen que sólo toma 66 días cambiar tu vida, si eres suficientemente fuerte

Por: Lauren Martin
No hay duda de que somos, de hecho, criaturas de hábito. Nuestras mentes y cuerpos son dependientes de los estímulos, acciones y patrones que llegan a definir quiénes somos. Nuestros hábitos son nuestras mantas de seguridad, envolviéndonos en su presencia consistente y cómoda de familiaridad.
Lo hacemos de forma inconsciente, poniendo dedos y cigarros en nuestras bocas y tronando nuestros dedos sólo para encontrar que no podemos recordar cuándo comenzó este hábito.
De acuerdo con Charles Duhigg, autor de “El Poder del Hábito”, los hábitos no nacen, se crean. Todo hábito malo, bueno o insignificante comienza con un patrón psicológico llamado “vacío de hábito”.
Duhigg reportó a la National Public Radio (NPR), que el “vacío de hábito” es un proceso de tres partes. El primer paso es el gatillo que le dice a tu cerebro que permita activar un cierto comportamiento. El segundo paso es el comportamiento mismo, o la rutina que crea.
El tercer paso es la recompensa, o “algo que a tu cerebro le gusta que le ayuda a recordar el ‘vacío de hábito’ en el futuro”.
Una vez que hemos formado hábitos, son difíciles de romper porque, muchas veces, olvidamos que los estamos haciendo. Porque debido al vacío de hábito, somos capaces de hacer otras cosas sin pensar en nuestro hábito.
Estaremos trabajando en algo más mientras que simultáneamente nos mordemos las uñas, sin darnos cuenta del momento en que las ponemos en nuestra boca.
Nos volvemos esclavos de nuestros hábitos. Se convierten en inhibidores y algunos tienen el poder de controlar nuestras vidas. Aunque algunas sustancias que usamos tienen cualidades adictivas que hacen a los hábitos casi imposibles de romper, hay formas de reemplazar aquellos malos hábitos con buenos… y todo toma tan sólo 66 días.
En un estudio publicado en el Diario Europeo de Psicología Social, Philippa Lally y su equipo de investigadores entrevistaron a 96 personas durante un periodo de 12 semanas para encontrar exactamente cuánto toma comenzar un hábito nuevo.
Durante las 12 semanas, los participantes eligieron un nuevo hábito y reportaron cada día qué tan automático se sentía el comportamiento. Al final del periodo, Lally analizó los resultados y encontró que el tiempo promedio que les tomó a los participantes elegir un nuevo hábito fue de 66 días.
Mientras que sus resultados estuvieron enfocados en el tiempo que toma crear un hábito, podemos verlo de manera inversa, y el tiempo que toma dejar uno viejo y elegir uno mejor.
Si el hábito no incluye aditivos o estimulantes adictivos, lo que hace al proceso de retiro y cerebral diferentes, ¿quién puede decir que no te tomará 66 días eliminar todos esos horribles hábitos que han estado sobrepasando tu vida?
Si eliminas el hábito de tu vida, de la misma forma en que empiezas uno nuevo, te encontrarás libre de los patrones inconscientes y, muchas veces, dañinos que causan los hábitos. Podrías reemplazar esos hábitos malos y viejos con nuevos y buenos.
En lugar de mirar Netflix antes de dormir, lee un libro. Quizás en lugar de un refresco con la cena, toma agua durante 66 días.
Cualesquiera que sean tus motivos, esta investigación debe ser el catalizador que necesitas para eliminar esos malos hábitos y comenzar a elegir algunos buenos. Porque no hay mejor momento que dar vuelta a la página (o a un hábito) que ahora.
Sé odioso (Día 1 – 22)
Grítalo. Cuéntale a tus amigos, familia y compañeros que estás en una misión. Enlístalos como oficiales para patrullar cuando estés recayendo en tus viejas maneras y no mantengas las nuevas. Cuéntales que quieres que te griten, te molesten y te lo recuerden constantemente.
Añade presión extra sobre ti mismo. La presión de decepcionar a otras personas y retractarte de lo que has dicho hará más difícil regresar a tus viejas formas. Porque algunas veces es más fácil decepcionarnos a nosotros mismos que a otras personas.
Autoanálisis (Días 22 – 44)
Observa bien tu vida. Este es el momento para profundizar y analizar. ¿Qué quieres en la vida? ¿Por qué lo estás haciendo? ¿Cómo quieres representarte?
Ya sea que estés renunciando a un mal hábito o comenzando uno más saludable, llega al centro de por qué lo estás haciendo y cómo va a afectar tu vida. Si puedes encontrar la razón enterrada en tu inconsciente, podrás llevar esos 66 días de forma más fácil. Tendrás una fuerza interna empujándote.
Encuentra la luz (Días 44 – 66)
El tercer paso es el empuje final. Aunque has llegado hasta aquí, todavía tienes 22 días por delante. Es fácil agotarse, cansarse y olvidar por qué lo estás haciendo. Es fácil regresar a tus viejos hábitos porque, hasta este punto, tienes que deshacerte del hábito.
En este punto, debes encontrar algo de qué aferrarte. Algo que te impulsará hasta la meta final. Son los últimos 22 días que prueban qué tan fuerte y dispuesto realmente eres.
En este punto, se trata de ver la luz al final del túnel. Se trata de darse cuenta de que aunque no puedes ver el otro extremo, puedes ver destellos de él.
Recompénsate (66 +)
La única forma de solidificar el final de un viejo hábito o el nacimiento de uno nuevo es celebrarlo. Haz una fiesta, bebe champaña, grítalo desde la azotea. Dedícale un día o llama a tus amigos y tengan una grandiosa cena.
Si es un hábito que la gente ha esperado que rompas estarán más dispuestos a celebrarlo contigo. Quién sabe, quizás hasta puedas hacerlo una tradición anual.

Comentar no cuesta nada.